Mito 1: VIH se transmite por contacto casual.
Realidad: El VIH no se transmite por abrazos, besos, compartir utensilios o convivir con personas que viven con VIH. Se transmite principalmente a través de relaciones sexuales sin protección, el uso compartido de agujas y de madre a hijo durante el parto o la lactancia.
Mito 2: Las personas con VIH no pueden llevar vidas normales.
Realidad: Con el tratamiento adecuado, las personas con VIH pueden llevar vidas saludables y plenas. La atención médica temprana y el acceso a medicamentos antirretrovirales son clave para una vida activa y productiva.
Mito 3: Si das negativo, estás libre de VIH para siempre.
Realidad: La prueba de VIH mide la presencia del virus en la sangre en un momento específico. No garantiza la ausencia futura del virus. La prevención continua, como el uso de preservativos, sigue siendo crucial.
Mito 4: El VIH solo afecta a ciertos grupos de personas.
Realidad: El VIH puede afectar a cualquier persona, independientemente de su orientación sexual, género o raza. La prevención y la conciencia son fundamentales para todos.
Mito 5: El VIH es una sentencia de muerte.
Realidad: Con los avances médicos actuales, el VIH no es una sentencia de muerte. El tratamiento adecuado permite a las personas con VIH llevar vidas prolongadas y saludables.
"La empatía es la mejor medicina contra el estigma del VIH."